Como tener pensamientos
positivos y vivir feliz
¿Por qué hay personas que “teniendo todo” se sienten infelices y otras que
pasando por importantes adversidades siempre las ves alegres y sonrientes?¿Cómo
es posible?
Bien, si te interesa el tema, te invito a seguir leyendo, pero antes déjame que
te cuente una historia que relata Tal Ben-Shahar, profesor en la Universidad de
Harvard, especialista en psicología positiva.
UNA CUESTIÓN DE ENFOQUE
Hace unos años, la pareja de Sara los abandonó a
ella y a sus hijos. Para pagar las facturas, Sara tenía dos trabajos y muy poco
tiempo libre para pasar con su familia y amigos.
A pesar de lo sucedido, Sara es verdaderamente
feliz. Se le ve siempre sonriente y animada, y está agradecida por todo lo que
tiene.
Por el contrario, Bertha es una estrella de la
industria inmobiliaria y gana cientos de miles de dólares al año. Tiene un
marido maravilloso y dos hijos que la adoran, y suele pasar sus vacaciones en
lugares exóticos.
Bertha tiene todo a su favor, y sin embargo se
siente muy desgraciada.
¿Como es esto posible?
¿Cómo es posible que personas que tienen “todo”
para ser felices se sientan infelices y que personas que han tenido que
afrontar infortunios y condiciones adversas siempre encaren la vida con
alegría?
La razón que explica esta situación tan sorprendente
es que “nuestra felicidad no sólo depende de los acontecimientos
objetivos de los que está compuesta nuestra vida, sino también de la forma
subjetiva en la que nosotros la interpretamos” (Tal Ben-Shahar).
Un acontecimiento puede ser cualquier cosa desde
ganar un campeonato hasta conseguir aprobar un examen; desde dar un paseo con
nuestra familia a ser rechazado por nuestra pareja.
La manera en que estos acontecimientos te
afectan, ya sea positiva o negativamente, depende en gran medida de cómo decides interpretarlos
y enfocarlos.
Por ejemplo: ¿Celebras tus victorias y tus
logros o los das por sentados y entonces te pones a lamentar el hecho de que no
son tan perfectos como podrían haber sido?
¿Me reprocho a mi mismo de tener una
calificación mediocre o que me haya dejado mi pareja; o me concentro en las
lecciones que puedo extraer de estos acontecimientos para mejorar el futuro?
Como decía Ralph Waldo Emerson: “Para
mentalidades diferentes, el mismo mundo puede ser un infierno o un lugar celestial”.
Ahora voy a darte un enfoque del pensamiento positivo en pasos:
Paso 1. Ante un acontecimiento positivo, que muchas veces lo puedes
percibir como “normal” como que la familia completa se siente a desayunar en
casa, piensa: “¡WOW que maravilla!” -y en verdad lo es!!- alégrate y disfruta
el momento.
Paso 2. Ante un acontecimiento negativo, no te enfoques en él.
Mejor piensa “¿Puedo hacer algo AHORA para mejorar esta situación?” Si la
respuesta es SÍ, ¡hazlo!
Paso 3. Ante un acontecimiento negativo, no te concentres en él.
Piensa deliberadamente, “¿Qué puedo aprender de esta situación para el futuro?”
y enfócate en encontrar la lección en lo ocurrido para apoyar tu propia
superación personal.
Ya para finalizar el artículo, es hora de pasar a la acción: Decide comenzar a
interpretar deliberadamente a tu favor TODOS los acontecimientos que tengas en
tu vida para ir convirtiendo esta forma de pensar en positivo en un hábito a tu
favor.
Y amigo, para ilustrar que el enfoque de los acontecimientos de tu vida depende
de ti, de cómo decidas interpretarlos,- te dejo este video de Jarabe de Palo:
“Depende”. Ya sabes, tu vida, tu felicidad… depende de como la quieras mirar!
Entre los libros que tenía archivados en mi
bibioteca, seleccioné “el libro completo de las LEYES de MURPHY. Me pareció una
buena idea iniciar este post con algo de humor...
Ley de Murphy: Si algo puede fallar, fallará.
Extensión de la Ley de Murphy: Si una serie de eventos puede
fallar, fallará en la peor secuencia posible.
¿Cuántas veces nos dijimos en determinadas
situaciones “esto es la ley de Murphy”, “no puedo tener tanta mala suerte, “¡me
salió todo mal!, “maldito día”? ¿Ahora que pasa cuando todas las cosas
que nos pueden pasar las enfocamos también desde la óptica de la Ley de Murphy?
¿Todo va a salirnos mal?
Los problemas cotidianos nos rodean por todos lados
y tengo la sensación de que a medida que uno crece, la cantidad de problemas va
en aumento. Nos terminamos quejando de todo, con mala predisposición a cada
nuevo problema que surge y lo que es peor, nuestra mente termina “contaminada”
generando pensamientos negativos con mayor frecuencia. Y para empeorar más las
cosas (al estilo pesimista), tengo el presentimiento de que los pensamientos
negativos “atraen” más problemas, entrando en un ciclo de desgracia permanente.
Una vez mi terapeuta me dijo: “La vida es un
huracán” y continuó aconsejándome que no me podía preocupar por cualquier
vientito que ande soplando.
Dado la importancia del tema, tengo la necesidad de
plasmar mi mensaje y decirles a todas aquellas personas con tendencia
pesimista, a que empiecen a cultivar (más) pensamientos positivos en su vida.
¿POR QUÉ PENSAR EN POSITIVO? (SI ES MI MANERA DE SER...)
Ya se que es tu manera de ser y no por eso voy a
dejar de ser tu amigo. Pero tengo bajo mi manga 3 buenas razones para que
trates de ser más optimista en la vida:
1. El pensamiento positivo te
predispone mejor para enfrentar los desafíos de tu vida cotidiana. Al tener
buena predisposición, se piensa de manera más abierta y flexible para encontrar
nuevas soluciones a cada problema.
2. Hay una estrecha relación entre
lo que pensamos y como nos sentimos. Por ejemplo nuestros pensamientos pueden
ocasionarnos ansiedad, miedo, frustración, o por el contrario tranquilidad,
coraje, satisfacción o motivación entre otros estados anímicos. Y a su vez esos
sentimientos retroalimentan nuestros pensamientos. ¿Nunca les pasó que el miedo
les producía más miedo?. En lo personal me siento mejor cuando enfoco las cosas
de manera positiva. Me predispone mejor ante las situaciones adversas.
3. El cumplimiento de tus metas van
a llevar esfuerzo, dedicación y seguramente habrá muchos obstáculos por vencer.
Hay que creer para poder.
PERSONAS OPTIMISTAS Y PERSONAS PESIMISTAS
Conozco ambos tipos de personalidades. Al mencionar
sus cualidades me refiero a tendencias en la forma de ser y pensar. No se trata
de una persona 100% optimista y 100% pesimista.
Vamos a la descripción de cada uno:
El optimista por lo general tiene buen sentido del humor y cada problema trata
de resolverlo con la mejor predisposición posible. Se encuentra en movimiento,
interactúa, ríe, disfruta el momento. Se tropieza, cae y se levanta. Ve el vaso
medio lleno. Cree en que va a salir adelante pase lo que pase.
El pesimista en cambio, tiene tendencia a quejarse
de todo, no hacerse cargo de las cosas que le pasan. Su humor cambia entre el
día y la noche. Todos sus problemas son cargas externas que llegaron para
quedarse a lo largo de su vida. Piensa que el momento se va a terminar. Tiene
más miedos. Ve el vaso medio vacío. Cree que no se merece el premio.
En lo personal tengo una tendencia a tener
pensamientos positivos, que me gustaría por supuesto seguir cultivando. Ser
optimista me hace sentir bien, me da tranquilidad y motivación para que las
cosas salgan como espero. Cuando se me presentan a la cabeza pensamientos
oscuros, irracionales, miedos, o que te tiran para abajo, trato de entenderlos
y de transformarlos en algo que sea saludable para mí.
Ser optimista es un camino para
recorrer y no es fácil serlo en un mundo lleno de injusticias y malechores
sueltos por ahí. Pero está en nosotros elegir que camino tomar.
BENEFICIOS DE LOS PENSAMIENTOS POSITIVOS EN LA MENTE, EL CUERPO Y LAS
RELACIONES
Nuestros pensamientos juegan un papel muy importante en todos los
aspectos de la vida, incluso podríamos afirmar que todo depende de ellos.
Se dice “Eres lo que piensas”, es verdad ya que la calidad
de nuestros pensamientos tarde o temprano se hace visible mediante nuestras
palabras, nuestro comportamiento e incluso a través de las experiencias de
nuestra cara. La semilla de nuestras palabras y acciones es el pensamiento.
Todo lo que está hecho por el hombre empezó primero con un pensamiento o una idea
que vino a la mente, sea de una casa nueva, un descubrimiento científico o
incluso una guerra. Primero hay un pensamiento, después se hacen los planes y
finalmente ese pensamiento se exterioriza en la forma de palabras o acciones.
Pero, ¿por qué hemos de pensar en forma positiva?
¿quién dice que todavía no tenemos la maestría en este arte? Como
entendemos que los pensamientos son la raíz de las acciones y de la actitud,
hemos de cambiar estas raíces para que nuestras acciones y comportamiento se
hagan más positivos.
Lo primero, antes que empecemos a aprender este arte de pensar en
positivo, es descubrir cuántos tipos de pensamientos puede crear nuestra mente.
Normalmente emergen cuatro tipos de pensamientos de nuestra mente.
Entendiendo cada uno de ellos podemos empezar a escoger los pensamientos que
nos den beneficio y descartar los que son inútiles o dañinos para nosotros.
Los cuatro tipos de pensamientos son:
1. Pensamientos
necesarios o mundanos.
2. Pensamientos
inútiles.
3. Pensamientos
negativos y/o destructivos
4. Pensamientos
positivos y/o sutiles.
1. Pensamientos necesarios son aquellos que se
refieren a nuestra rutina diaria como “qué comemos, qué tengo que hacer hoy,
cuándo tengo que pagar el alquiler, etc.” Pensamientos que tratan con la vida
diaria.
2. Pensamientos inútiles son los que no tienen utilidad
ni constructiva ni particularmente negativa. Se refieren a cosas del pasado,
como “si esto no me hubiera ocurrido, por qué me dijo eso, si sólo hubiera
hecho esto o lo otro, etc.” Demasiados pensamientos sobre algo que ya no
podemos cambiar. Los pensamientos inútiles tratan también sobre el futuro,
como: “¿qué va ha ocurrir si…?, ¿cómo va a ocurrir…?, ¿qué haré si…?, etc.”
Muchos de nuestros pensamientos entran bajo esta categoría de pensamientos
inútiles (y la ciencia dice que diariamente creamos entre 30,000 y 50,000
pensamientos) y aunque no son negativos, aún así nos vacían de nuestra fuerza
interior y nos hacen sentir cansados. Nuestra habilidad de concentración también
se debilita mediante los pensamientos inútiles; y por eso si tenemos muchos de
tales pensamientos utilizaremos mucha más energía y tiempo para llevar a cabo
una tarea.
3. Los pensamientos negativos son los más dañinos,
especialmente hacia nosotros mismos. Aparte del impacto que puedan causar en
los demás, estos pensamientos causan una gran pérdida de nuestra paz y fuerza
interior. Los pensamientos negativos están basados en la ira, avaricia,
expectativas insatisfechas, desacuerdos, celos, etc. Si nuestros pensamientos
están basados en estas debilidades es como si estuviéramos envenenando nuestra
propia mente y también la atmósfera de nuestro alrededor. No importa cuánta
razón tengamos, pensando con negatividad siempre seremos los perdedores ya que
los pensamientos negativos nos arrebatan nuestro autorrespeto y también los
demás pierden el respeto hacia nosotros.
4. Los pensamientos positivos son los únicos que nos permiten
acumular fuerza interior y nos capacitan a ser constructivos. Los pensamientos
positivos son los que siempre dan beneficio en todas las situaciones sin
atraparnos en la apariencia externa de una situación. Pensar positivamente no
significa que ignoremos la realidad a nuestro alrededor y pretender vivir en lo
irreal o pretender ser otro. Por ejemplo: cuando pasamos por la calle y hay
mucha basura por todas partes, el decir que no lo veo, que no huelo nada, es
irreal, o cuando estamos enfermos y nos repetimos una y otra vez: estoy sano,
estoy sano, esto no es lo que queremos decir con pensamiento positivo. Pensar
positivamente significa ver los problemas y reconocer su realidad, pero al
mismo tiempo ser capaces de encontrar soluciones a ese problema. A menudo, esto
requiere tolerancia, paciencia y sentido común.
Es fácil ser pesimista, así como ser optimista, pero necesitamos
ser muy cuidadosos y maduros si queremos ser realistas. Una persona que piensa
positivamente será consciente de las debilidades de los demás a su alrededor
pero aún así dirigirá su atención hacia las buenas tendencias de los demás. Los
pensamientos positivos nos dan el sentimiento de contentamiento interior y
gracias a esto nuestras expectativas hacia los demás disminuyen cada vez más.
Esto no significa que no nos importen, sino que dejamos de pedirles amor,
respeto, reconocimiento, etc. y hacemos que la relación sea más ligera. Este es
el mejor método para crear relaciones duraderas y armoniosas. También cuando
estamos contentos interiormente tenemos la fortaleza para aceptar a los demás
tal como son sin querer cambiarles como nosotros pensamos que sería correcto.
Junto a esto somos capaces de darnos tal como somos, con nuestros talentos positivos
y nuestras limitaciones sin pretender otra cosa.
Una persona que tiene muchos pensamientos inútiles a menudo se
encontrará muy cansada ya que está gastando su energía en crear miles de
pensamientos sin sentido. Nuestra mente se hace fuerte y sana si la alimentamos
con pensamientos positivos. Una mente sana se convierte en la base para una
personalidad equilibrada.
Nuestros pensamientos, sean positivos o negativos, crean nuestra
conciencia y nuestra actitud hacia los demás o sobre las situaciones. Si
nuestros pensamientos son positivos nuestra actitud también será positiva y
esa es la mayor protección de la negatividad en nosotros y a nuestro alrededor.
Teniendo una actitud positiva podemos permanecer pacíficos cuando afrontamos
las dificultades y por lo tanto, rápidamente encontramos la solución correcta
sin quedarnos atrapados en esa dificultad. De esta forma, siendo capaces de
tomar la decisión correcta en el momento adecuado, uno es capaz de ahorrar
mucho tiempo y energía.
Para las personas con una actitud positiva, todos los obstáculos serán
simplemente una oportunidad para mejorar aún más, no para reaccionar con
negatividad. Se dice: “Así como es tu actitud, así es el mundo”. Estamos
acostumbrados a ver la negatividad que existe en el mundo, sin embargo, al
dirigir constantemente nuestra atención hacia ella, no hemos conseguido
cambiarla por lo mejor. Tenemos que ser conscientes de que donde quiera que se
dirijan mis pensamientos es ahí donde irá también nuestra energía.
Concentrándonos ahora en el aspecto positivo de nosotros mismos, hacemos algo
constructivo para llevar a cabo un cambio en nosotros y en nuestro entorno
inmediato. Esto se puede entender como el mayor desafío de nuestros tiempos
para el que necesitamos valentía y autoconfianza.
Como ser positivo con
control mental
Pensar en positivo cambia la forma de
ver la vida y sortear los problemas. Por ello, si necesitas recobrar ese
espíritu positivo, existen claves con control mental que te pueden ayudar a
saber cómo recobrar y desarrollar el pensamiento positivo.
Cuando piensas en negativo, sientes que la vida no
tiene sentido y que todo te pasa a ti. Pues bien, tengo buenas nuevas para ti,
esto se puede modificar. Además, puede darte herramientas diferentes para
enfrentar las adversidades y los inconvenientes
cotidianos, sin que estos afecten tu ánimo.
Claves para el pensamiento positivo
Claves para el pensamiento positivo
· Pensamiento opuesto: si un pensamiento negativo llega a tu mente, es
necesario que lo desafíes y reviertas pensando lo contrario. Este ejercicio
mental te ayudará a no angustiarte.
· Haz de los ejercicios de control mental un hábito: de nada sirve si lo realizas de
vez en cuando, o cuando te acuerdas. La constancia y perseverancia es
imprescindible, para que los pensamientos positivos sean los que predominen en
tu mente. Realiza los ejercicios entre 3 a 4 veces en la semana,
¡no lo olvides!
· Busca la o las causas de tus pensamientos negativos. En ocasiones, estos están relacionados con sucesos de la vida o creencias que han convivido contigo desde hace
mucho tiempo. Si te tomas el trabajo de analizar esta situación,
lograrás no sólo cambiar el pensamiento negativo,
sino también la emoción que este genera.
· No generalices, ni todo es tan malo, ni todo es
tan bueno. Siempre hay matices para analizar.
· No minimices tus logros.
No esperes a que los demás te feliciten, hazlo tú mismo. Esto
te ayudará a desterrar los pensamientos negativos y fortalecer los positivos.
· Tomate diariamente 15 minutos de tu día para relajarte y
conectarte contigo mismo y controlar tu mente. Esto te ayudará a conectarte con
tu ser interior para ver cuáles son sus necesidades y
cómo puedes ayudarte.
Como seres pensantes que somos, el pensamiento rige nuestras emociones y
nuestra vida. Por ello, el control mental es
necesario para que estos no empañen lo lindo y bueno que tienes a tu
alrededor. Cambia tus pensamientos negativos por
positivos, y verás que tu calidad de vida será
mucho mejor.
http://crecimiento-personal.innatia.com/c-control-mental-aplicado/a-como-ser-positivo-con-control-mental-3580.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario